Las tarifas de visado podrían frenar el aumento de los ingresos turísticos en EE. UU. derivado de la depreciación del dólar.
Si bien los líderes del sector turístico esperan que un dólar más débil inspire un mayor número de visitas a Estados Unidos, el aumento de las tarifas de visado y la subida de los precios internos podrían contrarrestar esas ganancias, ya que Estados Unidos lucha contra la reputación de ofrecer una buena relación calidad-precio.
Según un nuevo estudio de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo, los factores relacionados con el costo —precio y relación calidad-precio— se consideran los puntos débiles de la experiencia de viaje a Estados Unidos para los turistas internacionales. El informe, publicado este mes pero basado en datos recopilados de viajeros internacionales en 2023, muestra que Estados Unidos ocupa un lugar destacado en la mayoría de las categorías analizadas, como compras, cultura, ocio e infraestructura de transporte. Sin embargo, en cuanto a la relación calidad-precio, Estados Unidos se encuentra en desventaja competitiva en casi todas las categorías.
El estudio se realizó en 2023, cuando el dólar era más fuerte que en la actualidad. Según Morgan Stanley, el valor del dólar estadounidense frente a otras monedas cayó aproximadamente un 11 % en el primer semestre de 2025, la mayor caída en más de 50 años.
Los líderes del sector turístico confían en que esto se traduzca en un aumento del turismo receptivo.
“El costo siempre es un factor que influye en las decisiones de viajes internacionales”, dijo Fred Dixon, director ejecutivo de Brand USA. “Los viajeros globales sopesan la asequibilidad en todos los destinos.
Sin embargo, para muchos visitantes internacionales, la tarifa de visa de 250 dólares, introducida este mes para quienes provienen de países que no forman parte del Programa de Exención de Visa, incluidos mercados importantes como México, China, India y Brasil, encarece el viaje a Estados Unidos. Esta tarifa no se aplica a los visitantes de Canadá ni a los de países que sí forman parte del Programa de Exención de Visa, que abarca a la mayor parte de Europa, Australia, Chile, Japón y Corea del Sur.